El líder-coach y la motivación de equipos de trabajo

Que fácil es desmotivar y que difícil motivar. Lo sé por experiencia propia.

Nadie nos ha enseñado como hemos de dirigir equipos de personas. Por lo general se llega a ser líder o jefe de equipo porque se ha tenido éxito en determinada áreas técnicas-profesionales. Pero cuando se crea un empresa o se comienza a ascender en la organización y a desempeñar cada vez más mayores funciones directivas, en detrimento de ese perfil más técnico que se venía realizando, es cuando se empieza a sentir que nuestro éxito profesional ya no está exclusivamente en nuestra mano, y no depende directamente de lo que hagamos nosotros. No se nos mide por nuestros resultados, sino por los resultados de nuestros colaboradores que forman parte de nuestro equipo. A medida que asumimos más responsabilidad sobre personas, hemos de acentuar notablemente más un rol directivo del tipo líder-coach.

Comprender, por tanto, lo que significa ser un buen directivo, y cuáles son las claves para tener un equipo motivado, es esencial para conseguir un éxito sostenido, en el corto y largo plazo. Para quienes tienen a otras personas bajo su responsabilidad tener la habilidad de motivar puede significar un incremento muy importante de su propia satisfacción y rendimiento.

En una empresa o equipo de trabajo en los que hay motivación se acometen las actividades con entusiasmo y con una visión optimista y positiva respecto a los resultados que se van alcanzando y que se esperan conseguir al final. El clima que se crea hace que todo el mundo participe, liberándose todo el potencial y la creatividad de las personas que componen ese grupo humano. Las tareas difíciles se acometen sin demora en un ambiente en el que todo el mundo está enfocado a las soluciones y no a los problemas.

…Pero cuando el equipo está desmotivado, todo ocurre a la inversa. Por eso, aparece una pregunta crucial en el responsable de un equipo, ¿cómo podría yo motivar a esta persona para que haga bien su trabajo?

Una retribución justa y competitiva no es lo más importante para las personas. Es la base para cubrir nuestras necesidades mínimas. Un trabajo es algo más que ganar dinero o que realizar una serie de tareas. Un sueldo siempre puede ser mejorado por otra empresa, sin embargo el factor emocional es uno de los factores que marca la diferencia y el que hace que las personas sean leales y honestas con las organizaciones.

 

Modelo de Maslow

Para entender la motivación es necesario partir de las necesidades humanas y cómo actúan sobre la conducta. Maslow es considerado el primer autor que trata de sistematizar el estudio de las necesidades humanas como un todo coherente. Su teoría consiste en que las necesidades están organizadas jerárquicamente de acuerdo con el siguiente esquema:

 

 

El modelo sugiere que las necesidades más elevadas en la jerarquía solo empiezan a influir en la conducta cuando las de orden inferior se han satisfecho. Las necesidades más básicas son las biológicas, comida, agua, etc. y que las demás no movilizan a la acción hasta que estas se han satisfecho. Cuando esto sucede, empezamos a interesarnos por las de seguridad, vestido, refugio… Cuando estas están satisfechas, nos concentramos en las necesidades sociales, la pertenencia a un grupo. Después aparecen las de estima social, es decir el deseo de ser reconocido, destacar, tener poder en el grupo. Entonces surge la necesidad de autoestima, la necesidad de sentirnos bien con nosotros mismos en función de nuestros propios criterios. Por último, aparece la necesidad de auto-realización, cuando las anteriores están satisfechas, la búsqueda de la realización personal, el tener un propósito y sentido en la vida.

Sin embargo la necesidad inferior no desaparece, sino que puede volver a activar la conducta cuando el nivel de satisfacción desciende por debajo de un mínimo.

Las personas tratarán de ocuparse de aquellas actividades que les ayuden a satisfacer sus necesidades. Por lo tanto, cuanto mejor mejor se adapten los sistemas de motivación a los niveles de necesidades de las personas, más eficaces serán.

Maslow hace una distinción entre necesidades inferiores (fisiológicas y de seguridad) y superiores (afecto, autoestima y auto-realización). En las inferiores es la carencia, la insatisfacción la que activa el comportamiento. Cuando dicha necesidad se satisface, aparece otra que la sustituye para impulsar la conducta. Sin embargo las superiores no llegan a alcanzar un nivel máximo de satisfacción, y no llegan a perder su capacidad de motivar a las personas.

 

Y… ¿Cómo se articula esto en el mundo laboral?

Las empresas proveen de sistemas que satisfacen cada uno de los niveles, proporciona un salario para alimentar y vestir al trabajador y sus familias y para pagar el coste de una vivienda. El trabajo aglutina a las personas en una comunidad. También estructura un sistema de ascensos, categorías, despachos, coches de empresa e implantan programas de formación y desarrollo.

Sin embargo, los peldaños más elevados en la pirámide pueden desarrollarse sobre todo a través de la acción directa del líder, más que con los sistemas que articula la empresa a nivel general, porque se desarrollan cuando alguien se considera capaz de tomar decisiones y tiene autonomía para hacerlo. Cuando los líderes dan un apoyo a la autonomía y animan a asumir nuevos proyectos. Cuando la persona alcanza un sentido y una visión del para qué hace lo que hace, cuando asocian sus deseos a una causa más elevada que ellos mismos. El coaching posibilita esto.

 

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